España eliminada del Mundial. Vuelven los sospechosos habituales
A partir del martes los que se paseen con una bandera española o, sin ser tan ostentosos, una pegatina de España en el coche o una pulserita rojigualda, pueden volver a ser considerados....sospechosos.
Dedicado a todos los sospechosos habituales, y en especial a Fátima y Marta ;).
posted by mayo @ 11:54
3 Comments:
Ummmm, si, lo confieso, y aún así no pienso tirar los dados con las banderitas (que se quedan tan monos en mi coche), mis polos y camisetas, ni nada... ¿por qué habría de hacerlo?, eran anteriores a acontecimientos deportivos, jajaja.
Por cierto, hoy me puesto un polo con "España" escrito en el pecho, si, igual que el que te regalé :p, y asombrosamente todo el mundo me hablaba del mundial... y yo pensaba... me importa un carajo, en fin, dentro de un mes igual me vuelven a tachar de sospechosa en vez de forofa de la selección.
Gracias, preciosa.
Eso, se acabo la unión, el sentimiento de triunfo y fracaso común, ya no somos un equipo, ya se acabó todo, ... España vuelve a ser nada para España.
Por cierto, que buena peli.
Es muy curioso el efecto de cohesión que consiguen las selecciones nacionales. No en vano los nacionalistas periféricos tienen como uno de sus objetivos potenciar sus respectivas selecciones. Me temo que ese sentimiento de ser un equipo del que hablas se daría igual con la selección andaluza en una hipotética Andalucía independiente que con la española actual. Pero es que no es razonamiento, sino emoción, lo que se produce con estas exaltaciones y celebraciones colectivas. Otra razón para que les encanten a todos los nacionalistas. A mí me dan algo de "miedo", como cualquier actuación en masa. En cualquier caso lo que trataba de criticar con la entrada es que en España haya determinados días del año, y sólo esos, en los que se puedan llevar signos nacionales sin ser sospechoso de vete tú a saber qué. En esos días a veces tengo la sensación de que determinadas personas "salen del armario" y otras olvidan con desparpajo sus habituales sospechas. Viva la coherencia.
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